Praga, el nuevo distrito bohemio de Varsovia

El distrito de Praga, situado en la margen derecha del Vístula, fue durante siglos una ciudad independiente que no fue anexada a Varsovia hasta finales del siglo XVIII. Durante años esta parte periférica de la ciudad, en la que coexistían tres diferentes religiones (católica, ortodoxa y judía), sobrevivió a los estragos de las guerras.
Varsovia, siente la huella de la antigua Unión Soviética en sus calles y el distrito de Praga es una huella viva de aquella época, se trata de una zona un tanto venida a menos, con edificios que aun conservan impactos de bala en sus muros. Muchas calles han conservado la totalidad de sus edificios antiguos, las antiguas farolas y el adoquinado de antes de la guerra conviven con la fría arquitectura de estilo comunista, siempre ligada al aspecto funcional, largas hileras de bloques grises que difícilmente logras reconocer dónde empiezan y dónde terminan.
En la actualidad es un barrio fascinante en el que los artistas tienen sus ateliers, hay galerías de arte, todo tipo de tiendas y teatros alternativos. Las frías paredes grises han dado paso a pinturas y murales improvisados que resaltan y brillan con inusual fuerza. Los artistas la eligen para vivir, la gente joven también, nuevos cafés abren sus puertas en un intento de dotar más vida al barrio. La gente está en la calle si el clima lo permite, ancianos, niños jugando a la pelota, una tienda por allí, un muro totalmente derruido por el impacto de un tanque por allá...

Mercado de Różycki (Bazar Różyckiego) 
Fundado a finales del siglo XIX por Julian Różycki, un farmaceuta  dueño de varias farmacias, comenzó con siete puestos de venta techados. Durante la II guerra mundial los varsovianos podían adquirir en él productos deficitarios, provenientes de, entre otros sitios, los transportes militares hitlerianos y los almacenes del ejército. Después de la guerra el Mercado floreció ya que aquí se podía comprar productos inasequibles en las tiendas estatales.

Al lado del Mercado, encontramos dos edificios, propiedad del comerciante judío Berek Rothblith, son las casas más antiguas que se han conservado en el casco antiguo del barrio de Praga. El primero a la izquierda fue construido en el año 1819, y el de la derecha en el año 1830. Por su parte el edificio del centro fue construido en el año 1873. A principios del siglo XIX los edificios funcionaron en el lugar tres casas judías de oración. En el año 1996 fueron descubiertas policromías en las paredes que datan del año 1934. En éstas se muestra, entre otras imágines, a judíos que rezan frente al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén y la Tumba de Raquel. En la actualidad el edificio pertenece al Museo del Distrito Varsoviano de Praga. 

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